-Le
tengo miedo a todo.
-¿De mí también tienes miedo?
Lo meditó por unos segundos. Le miró, y se sintió temblar a sí misma. Las
piernas comenzaban a fallarle.
-Sobre todo de ti. Tengo miedo a lo
que soy cuando estoy contigo. Miedo a lo que no puedo ser sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario