Alice, has desaparecido. Como todo lo demás. ¿Con quién hablaré ahora? Estoy perdida. Cuando te fuiste, y él se fue, os llevasteis todo con vosotros. Pero su ausencia está donde quiera que miro. Es como si hubieran perforado un enorme vacío en mi pecho. Pero de alguna manera me alegra; el dolor es mi único recordatorio de que él es real. De que todos lo éramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario