Apuesto, que a esta hora de la noche sigues despierto. Que estás cansado por una larga y dura semana. Que estas sentado en una silla junto a la ventana, apreciando la ciudad. Y apuesto, que a veces te preguntas por mí.
Sólo quiero decirte que estoy dando todo de mí para no llamarte, y desearía poder correr hacia ti. Espero que sepas que cada vez que no lo hago, casi lo hago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario