Y es que yo quiero ser el que nunca olvida tu cumpleaños. Quiero que seas mi rosa y mi espina, aunque me hagas daño. Quiero ser tu carnaval, tus principios y tus finales. Quiero ser el mar donde puedas ahogar todos tus males, quiero que seas mi tango de gardel, mis octavillas. Mi media luna de miel, mi blues, mi octava maravilla. El baile de mi salón, la cremallera y los botones. Quiero que lleves tu falda y también mis pantalones.
Tu astronauta, el primer hombre que pise tu luna; clavando una bandera de locura, para pintar tu vida de color, de pasión, de sabor, de emoción y ternura. Sepa usted que yo ya no tengo cura sin tu amor.
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