"Lo bueno se hace esperar. Hay pardillos por ahí que se creen que si le ponen la mano en el culo a una mujer y ella no se queja, ya la tienen en el bote. Aprendices. El corazón de una mujer es un laberinto de sutilezas que desafía la mente cerril del hombre trapacero. Si quiere usted de verdad ganarse a una mujer, tiene que pensar como ella, y lo primero es ganarse su alma. El resto, el dulce envoltorio mullido que le pierde a uno el sentido y la virtud, viene por añadidura."

No hay comentarios:

Publicar un comentario