Alex se apea del coche y se apresura a rodearlo.
-Espera, te ayudo.
-Claro que me ayudas... ¡Si te parece, bajo sola del coche con los vendados! Quizá salga por el lado equivocado, después cruce la calle y...
-¡Amor! No lo digas ni en broma... Pero bueno, si eso llegase a suceder, nunca te olvidaría.
-¡Imbécil!

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